👉José Petrizzo.-
Es sorprendente que a través de la historia de la humanidad, los países sigan aplicando medidas y estrategias recurrentes. Un ejemplo es la construcción de murallas y barreras para bloquear el paso de seres humanos.
El ultimo "titular" en este sentido es que la Republica Árabe de Egipto está levantando un muro para impedir que el inmenso caudal de refugiados palestinos entre en el país de los faraones, como consecuencia de la anunciada operación israelí de guerra e incursión terrestre en el sur de Gaza.
Sin embargo el gobierno egipcio niega que la estructura de contención, con apariencia de enormes paneles de hormigón, que ha aparecido en las noticias del ámbito internacional, sea para tal propósito.
El de Egipto no es el único caso, Israel
construyo este tipo de barreras en sus límites con Palestina, Estados Unidos levanto
un ¨blindaje¨ con la frontera con México y algunos países de Europa Oriental
han levantado también vallas para contener la llegada de inmigrantes.
¿Volver a la edad media?
Desde el inicio de la civilización siempre han existido este tipo de construcciones. Sin tener en cuenta las fortificaciones que rodeaban las ciudades medievales, construir muros es tan viejo como la historia del hombre.
El ejemplo más famoso del siglo XX fue el Muro de Berlín, que durante casi 30 años se mostró como el símbolo no solo de la partición de Alemania, sino como muestra evidente de la Guerra Fría.
No obstante, en esta época de la contemporaneidad existen otros ejemplos
notables que son hijos de las guerras, como la línea verde
en Chipre, o la zona desmilitarizada de Corea, que en este caso es una complejísima área que va más allá
de una simple muralla.
Sin embargo, la particular historia de este tipo de estructuras tiene una trayectoria amplísima. La Gran Muralla China, construida entre el siglo V aC hasta el XVI de nuestra era, tenía como función contener las invasiones y la presión demográfica de los mongoles.
La del
césar romano Adriano, que data del siglo II dC, siendo aun visitable, separaba
la Britania de la parte de la isla que no había sido conquistada. O
el Gran Muro de Gorgán, en Asia Central, levantado por los sasánidas
para hacer frente a las inacabables incursiones nómadas.
Es obvio que lo que está levantando
Egipto es insignificante en comparación con estos enormes testimonios del
pasado y aunque resulta interesante que,
en la era del desarrollo tecnológico, con su actual portaestandarte de la inteligencia
artificial, el recurso de la piedra, o del concreto armado, siga teniendo tanta
vigencia.