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La desaparición de Amelia Earhart es uno de los grandes misterios sin resolver del siglo pasado. Desde julio de 1937, el paradero de la piloto y Fred Noonan, su navegante, ha sido motivo de acalorados debates y un sinfín de presunciones y conspiraciones.
La teoría más aceptada es que el Lockheed 10-E Electra con el que estaban dando la vuelta al mundo se estrelló en el océano Pacífico antes de llegar a la isla Howland, donde realizaría una parada de repostaje. Hipótesis que podría estar cerca de confirmarse, puesto que una empresa cree haber encontrado el avión en cuestión.
El aporte de Deep Sea Vision
En los últimos días, Deep Sea Vision causó tremendo revuelo al divulgar imágenes de sonar que muestran una figura similar a la de una aeronave en el fondo del mar.
Las mismas fueron capturadas cerca de la isla Howland, por lo que esta firma está convencida de que se trata del avión perdido de Amelia Earhart.
Un hallazgo que, de confirmarse, pondría punto y final a una de las historias más comentadas de los últimos 90 años.
Las imágenes revelan, en efecto, un objeto con forma de avión bajo el mar. La compañía publicó varias versiones de la misma imagen con distintos niveles de brillo, y en todas se ve una silueta consistente con la de algún tipo de aeronave.
¿Es esto suficiente para aseverar que se trata del Lockheed 10-E Electra de Amelia Earhart? Claro que no. Pero la ubicación del objeto es motivo de esperanza para los investigadores.
Tony Romeo, un expiloto y oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, fundó Deep Sea Vision e invirtió una fortuna personal en busca de algún rastro que resuelva la misteriosa desaparición de Amelia Earhart.
El supuesto avión sepultado en el fondo del océano se detectó a unos 160 kilómetros de la isla Howland, a aproximadamente 5.000 metros de profundidad.
Según le explicó Romeo a The Wall Street Journal, su expedición en busca del avión de Amelia Earhart se inició en septiembre pasado.
El experto partió junto a una tripulación de 10 personas desde Tarawa, un atolón en el océano Pacífico. La estrella de su equipo de búsqueda fue el dron submarino Hugin, fabricado por la empresa Kongsberg.
Los integrantes del equipo de Deep Sea Vision utilizaron registros de la época y sus conocimientos como exaviadores para establecer un área de investigación y desplegar su submarino no tripulado.
El vehículo escaneó más de 13.400 kilómetros cuadrados del fondo del océano, y su sonar entregó la imagen que dio la vuelta al mundo en los últimos días.
Sin embargo, la exploración encabezada por Romeo no pudo averiguar mucho más del supuesto avión. ¿Por qué? Porque el submarino Hugin capturó la imagen en cuestión a los 30 días de expedición, pero la tripulación se percató del aparente hallazgo recién 60 días más tarde.
Para entonces, el barco de Deep Sea Vision estaba lejos del lugar y ya no era factible regresar.
Claro que Romeo y su empresa ya le han mostrado las imágenes a varios expertos en la búsqueda de Amelia Earhart, con el fin de conocer su opinión.
La primera impresión de estos es que el formato del objeto y su ubicación parecen ser correctos. Sin embargo, no pueden afirmar ni desestimar nada hasta que obtengan fotografías cercanas y claras de la aparente aeronave.
Pero volver al sitio y llevar adelante la siguiente etapa de la búsqueda no es sencillo, ni tampoco barato. Si finalmente se logra confirmar que es el avión de Amelia Earhart y Fred Noonan, la operación de salvataje sería todavía más compleja y costosa.
Es por eso que el líder de Deep Sea Vision considera que habrá muchos interesados en formar parte de la iniciativa.
"Una vez realizado ese paso [el de la confirmación de la aeronave], mucha gente participará. El Smithsoniano, la familia [de Amelia Earhart]. Habrá algunos inversores involucrados porque será una operación costosa, aunque también pensamos: '¿Cómo levantamos el avión? ¿Cómo lo rescatamos?".
"No creo que hayamos llegado a ese punto todavía; pero sí creo que los estadounidenses quieren ver esto en el Smithsoniano. Allí es donde pertenece, no el fondo del océano", dijo Tony Romeo a Business Insider.
¿Y si no es el avión de Amelia Earhart? La empresa cree que, si no es el Lockheed 10-E Electra de la intrépida piloto, podría ser otra aeronave perdida.
O hasta un elemento caído de un buque carguero. La última palabra aún no se ha dicho.