👉Por Analía Tarasiewicz*.
La falta de motivación laboral es un síntoma que puede afectar a cualquier persona, sin importar edad, profesión o cargo. Los motivos son diversos: contextos turbulentos, nuevas tecnologías, cultura organizacional, liderazgos tóxicos, o incluso las propias tareas, objetivos, vocación o propósito laboral.
Cuando hablamos de “desmotivación”, podríamos pensar en “la falta o pérdida de motivos” y desde ahí trabajar el tema en cuestión.
Pero la pregunta es ¿Por qué me siento desmotivado? Y esa es la punta del ovillo para poder ir hacia el real cambio.
En general las personas tienden a justificar el síntoma en la superficie y se quedan durante largos períodos sin actuar hasta que síntomas más contundentes se hacen presentes en los aspectos psico-físico-emocionales.
Pongamos cómo ejemplo 3 casos distintos de gran desmotivación que pasaron por mi consultora en la que aplico mi método, el Método Tarasiewicz para trabajar y vivir mejor.
El primero de ellos era una mujer que trabajaba en relación de dependencia hacia 15 años como gerente en una compañía multinacional y se sentía desmotivada e incluso padecía picos agudos de tristeza. El segundo lo vivió una joven de 25 años que saltaba de trabajo en trabajo y no se adaptaba a los liderazgos ni a las propuestas organizacionales actuales.
Presentaba síntomas de insatisfacción, desmotivación, ansiedad y estrés y deseaba ser nómade digital y trabajar de manera free lance.
El tercero fue padecido por la CEO de su propia empresa, con más de 100 personas a cargo, que, con el advenimiento de las nuevas tecnologías, tenía síntomas de burnout y no se podía levantar de la cama.
En general cuando consulto los motivos por los cuales creen que están desmotivados las personas la justifican con frases como " Es que me pagan bien, y cómo voy a dejar este trabajo si pierdo la antigüedad"," en realidad quiero dedicarme a otra cosa, pero defraudaría a mi familia si no sigo en el agro"," me maltratan y me explotan, odio las tareas que hago, pero tengo home office y manejo mis horarios".
Detrás de las situaciones superficiales diarias que viven las personas en su trabajo se esconden los más complejos significados actuales y de su historia pasada sean empresarios, emprendedores, freelancers o empleados.
En muchos casos la desmotivación es extrínseca, es decir, ligada a factores externos como la compañía o el contexto socioeconómico y político y puede derivar de múltiples factores como: falta de reconocimiento; tareas monótonas; escaso feedback; delegación de tareas incompleta; directivas poco claras; vulnerabilidad a los cambios tecnológicos; mala comunicación con mensajes contradictorios; un clima laboral hostil; choques con la cultura organizacional o intergeneracional; equipos de trabajo ineficientes; problemas de diversidad e inclusión; liderazgos que no lo son o tóxicos; condiciones precarias o inflexibles, poca posibilidad de innovación, una visión limitada de crecimiento.
La importancia del trabajo interno
"Hay un escenario muchísimo más complejo en el que me vengo especializando desde hace más de 20 años. Muchas veces el motivo de este malestar está alineado con problemas no resueltos, en general personales o familiares, que se proyectan en el trabajo como vía de escape del síntoma para sanarlas”, explica Analía Tarasiewicz, directora de la Consultora Trabaja Mejor.
En estos casos la motivación es inherente al interior de la persona, a sus deseos, elecciones, vocación y relación con el trabajo y debe abordarse desde la psicología clínica para destrabar la real desconexión que existe. Puede incluir baja autoestima, aburrimiento, dificultad para concentrarse, irritabilidad o tristeza, ansiedad, angustia o en casos extremos caer en profundas depresiones.
En lo profundo del ser están operando mandatos, traumas, enfermedades familiares, legados, influencias generacionales A nivel organizacional se puede ver un aumento de rotación, renuncias, ausentismo, baja productividad, errores frecuentes, conflictos entre compañeros, distracciones, problemas con el liderazgo y la comunicación asertiva, falta de innovación, creatividad y pensamiento lateral, menor capacidad de enfrentar los avatares del entorno sobre todo tecnológico.
Estas situaciones no se resuelven con un cambio de empresa, tareas o rol, sino que deben abordarse con herramientas especializadas de manera integral.
Identificar desde el mundo privado y organizacional y derivar estas cuestiones a tiempo es una cuestión vital tanto para el correcto desarrollo de la salud psico físico emocional de las personas, como para sus elecciones y desempeño laboral.
Claves para recuperar la energía y el entusiasmo
¿Qué podemos hacer para recuperar la motivación en el trabajo? :
1. Autoevaluación reflexiva: la verdad siempre está dentro de uno, aquí algunas preguntas que pueden ayudarte.
● ¿Qué me desmotiva en mi trabajo? ¿Cuándo comenzó la falta de motivación?
● ¿Hay algún factor específico en el trabajo, es vocacional, está relacionado a las condiciones o es algo personal? ¿Qué mandatos recibí de mi familia respecto al trabajo?
● ¿Siento que mi trabajo está conectado a mi propósito laboral?
● ¿Cuánto de lo que hago hoy está en línea con mis objetivos profesionales?
● ¿Qué me da placer o satisfacción laboral? ¿Qué me hace fluir?
● ¿Tengo oportunidades de aprender, innovar y crecer en mi trabajo?
● ¿Qué aspectos de mejora podría trabajar respecto a mi perfil laboral?
● ¿Cómo son mis relaciones con mis compañeros, clientes, socios, o superiores?
● ¿Me siento abrumado por la cantidad de trabajo o por las responsabilidades?
● ¿Separo la vida personal de mi rol laboral?
● ¿La cultura organizacional y condiciones están alineadas a mis valores y propósito y a como quiero vivir mi vida?
2. Redefinir objetivos, armar estrategias y consensuar:
● Comprender la situación base es un gran comienzo, pero se requiere luego pensar en un plan estratégico integral que abarque tu persona de manera integradora y tu perfil laboral, que articule tu deseo actual, tu salud, con recorrido de vida y trabajo, con características personales y aspectos del rol que te conecten a tu real propósito laboral
● A nivel personal detenerte a pensar qué estrategias podés implementar acordes a tu forma de vida para balancear tu cuerpo tus emociones tus elecciones personales que colaboren con el desarrollo de tu salud psico física y emocional
● Pone toda tu creatividad a tu servicio, pensá un plan específico para tu desarrollo profesional que incluya tu vocación y descubrir o desarrollar tu propósito laboral. Evaluá qué habilidades necesitas aprender, actualizar o reciclar (upskilling o reskilling). Establecé metas realistas y concisas. Pensá en todas las personas y recursos que necesitarás. Crea un plan de acción con acciones concretas a corto y mediano plazo.
● Genera conversaciones con líderes, socios, clientes y colegas. Compartí tu visión y propone cambios. Pensá lateralmente fomenta la innovación, y la adaptación a los cambios del contexto laboral y Realiza encuentros periódicos para reflexionar sobre las acciones implementadas. Ajusta el plan según sea necesario.
3. Escuchar lo que surge y buscar ayuda si es necesario: En este periodo de cambios para ir hacia el objetivos que deseas, te necesitas a vos mismo con autocompasión y con mucha fortaleza yoica para enfrentar futuras resistencias psico física emocionales y de contexto investidas de rechazos, creencias negativas, juicios familiares, sociales y laborales.
Si te costó responder estas preguntas o no sabes cómo desarrollar alguno de estos puntos solo/a buscá espacios para trabajar en profundidad tus síntomas y dudas que te provean acompañamiento profesional especializado en psicología clínica del trabajo y coaching laboral. En todas estas opciones, es importante generar un espacio para pensar y programar un conjunto de acciones para darle fin a esta situación.
* Psicóloga del trabajo y directora de la consultora Trabaja Me