👉Cecilia B. Pachano Huerta/Cambio 16.-
Esperar un trabajo periodístico de la entrevista de Tucker Carlson a Vladímir Putin es pecar de ingenuos. No es que el comentarista y presentador de televisión no conozca el oficio. Simplemente dejó de lado sus principios en busca de tráfico y visualizaciones. Su objetivo no era mostrar la verdad, fue hacer propaganda, y el de Putin, confundir. Lo que se vio fue una muestra de antiperiodismo y desinformación.
Expertos sobre los medios de comunicación y del desarrollo vienen alertando sobre la amenaza que representa la desinformación en el mundo actual. La entrevista de Tucker Carlson a Putin es una muestra. Desde su promoción arrancó con una falsa información. Carlson esgrimió que era el único periodista de occidente interesado en entrevista a Putin luego de la invasión a Ucrania.
Una pedrada a una larga lista de periodistas que lo han intentado inútilmente en estos dos años y que de inmediato le replicaron por las redes. Desde Christiane Amanpour de CNN, a Steve Rosenberg, editor para Rusia de la BBC. Pero fue directamente el portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, el encargado de desmentirlo. Pero ya la mentira se había divulgado por las redes. Probablemente, como siempre ocurre, su desmentido llegue a muchísimas menos personas.
De Fox News a X
Tucker Carlson es un conocido presentador y comentarista de televisión estadounidense que ganó notoriedad por su programa “Tucker Carlson Tonight” en Fox News. Su salida de la estación de noticias se produjo tras la difusión de teorías de conspiración sobre el supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020. Lo que llevó a la cadena a pagar más de 700 millones de dólares en una demanda. Desde su época en Fox, dejó de lado los principios periodísticos para asumir los de agitador de derecha.
Comenzó a trabajar de manera independiente en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), donde conduce su programa “Tucker on X”. Es la herramienta que usa para mantener su popularidad que al parecer se sustenta en que hablen de él, bien o mal no importa, pero que hablen. Su entrevista a Donald Trump el 23 de agosto de 2023 rompió récords de visualizaciones (más de 240 millones en 24 horas). Superó ese récord con la entrevista a Javier Milei publicada el 14 de septiembre (427 millones), es la entrevista más vista en la historia de X. Milei se presenta como un héroe en la lucha contra sus adversarios “socialistas”, desde feministas hasta el papa Francisco.
La de Putin, como antes de la Trump, la de Milei,o la Viktor Orban no pretendía conseguir noticias ni verdades, solo lograr visualizaciones (clicks). Que de una entrevista de dos horas con Putin un hombre que tiene dos años sin concederla, se extraigan una decena de frases más o menos polémicas, medias verdades, mentiras descaradas, y ninguna noticia deja ver el poco esfuerzo periodístico del entrevistador.
Complaciente
En sus entrevistas por X, Tucker Carlson se ha caracterizado por ser complaciente con sus entrevistados. Pero en la de Putin llegó a otros niveles. No conforme con ceder la conducción al mandatario ruso, que respondió lo que quiso, como quiso y cuando le dio la gana, hizo una justificación previa de lo que se iba a ver. Por lo menos se esperaría del entrevistado una muestra de cortesía. Pues no de Putin quien dejó ver su franco menosprecio por Carlton, en sus comentarios nada sutiles. Como cuando le dijo que afortunadamente no lo aceptaron en la CIA, para agregar que esa es una institución seria (¿insinuó a Carlson que era un payaso?).
Carlson tampoco hizo mucho por ganarse el respeto de Putin. Su desconcierto ante la aburrida perorata histórica de Putin que abarcó mil años, desde el príncipe Rurik hasta con Polonia a mediados del siglo XVI. Sumado a su ignorancia sobre el Maydan. La ausencia de repreguntas. Evidenciaron la falta de preparación del entevistador. El control de Putin en la entrevista contrastó fuertemente con el interrogatorio que el líder ruso recibió del presentador de noticias austriaco Armin Wolf, en 2018 quien lo desafió repetidamente.
Periodistas que han entrevistado al mandatario ruso lo describen como un hábil manipulador, amigo de los juegos mentales y gélido como la estepa siberiana. “Es el maestro de la desestabilización, tienes que estar siempre alerta”, comenta Lionel Barber, ex director del Financial Times que entrevistó a Putin en el Kremlin en 2019. Con Carlson, Putin realmente no necesitó apelar a esos recursos.
Lo más noticioso
En la entrevista en la que Putin descaradamente reprendió a Carlson cuando intentó interrumpirle. Habló de temas que abarcaban desde la guerra en Ucrania y las relaciones con Estados Unidos hasta el caso del periodista estadounidense encarcelado Gershkovich. Lo que quedó patente es que Putin no tiene planes de terminar su agresiva guerra contra Ucrania.
Putin lanzó una severa advertencia a Occidente contra el envío de tropas para luchar en Ucrania. Cuestionó que Estados Unidos se inmiscuye en el conflicto. En lugar de ocuparse de sus propios problemas. Afirmó que Washington debería estar dispuesto a llegar a un acuerdo con Rusia para poner fin a la guerra. Ignorando que Kiev no lo aceptaría. “Bueno, si alguien tiene el deseo de enviar tropas regulares, eso ciertamente llevaría a la humanidad al borde de un conflicto global muy serio”, dijo Putin.
A pesar de las afirmaciones previas del Kremlin sobre la improbabilidad de las conversaciones de paz, dijo que Rusia está dialogando con Estados Unidos para resolver el conflicto. Sin embargo, lanzó un ultimátum a la Casa Blanca: “Si realmente desean cesar el combate, deben detener el suministro de armas”. Aseguró que no invadiría Letonia ni Polonia, calificando la idea como “contraria al sentido común”. (Aunque antes de invadir Crimea y Ucrania también aseguró que no lo haría).
Además, se habló del caso de Evan Gershkovich, periodista del Wall Street Journal detenido en Rusia desde el 23 de marzo bajo acusaciones de espionaje, las cuales tanto Gershkovich como su empleador niegan. Putin indicó que Rusia está “dispuesta a dialogar” sobre la liberación de Gershkovich, contradiciendo a la Casa Blanca. En diciembre informó que Rusia había rechazado una propuesta para la liberación del periodista y de Paul Whelan, un exmarine estadounidense condenado a 16 años en Rusia por espionaje. Putin insinuó por quien lo canjearía. Apuntando sin nombrarlo a Vadim Krasikov, un asesino del FSB actualmente en prisión en Alemania.
Frases relevantes
De dos horas de “entrevista” una docena de frases destacan:
- «Ucrania es un Estado artificial que se formó por voluntad de Stalin»
- “Usted (Joe Biden) está cometiendo un gran error de proporciones históricas al apoyar todo lo que está sucediendo en Ucrania”
- “Te diré realmente lo que estamos queriendo hacerle entender al liderazgo estadounidense: si realmente quieres dejar de pelear, tienes que dejar de suministrar armas. Se acabaría en unas pocas semanas”, dijo.
- “En su búsqueda de una identidad, Ucrania ha dado prioridad a los falsos héroes que colaboraron con (Adolf) Hitler (…) Si se consideran un pueblo aparte, tienen derecho a hacerlo, pero no sobre la base del nazismo”
- “Rusia aún no ha conseguido sus objetivos en Ucrania, porque uno ellos es su desnazificación”
- “Si a alguien se le ocurre la idea de enviar tropas regulares para apoyar a Ucrania, pondría la humanidad a borde de un conflicto global”
- “Lo mejor sería llegar a acuerdos, pero partiendo del entendimiento de que Rusia luchará por sus intereses hasta el final”
- «No pueden infligir una derrota estratégica a Rusia»
- “Estados Unidos prometió que no se ampliaría la OTAN y ha sucedido cinco veces”
- Invadir Polonia, Lituania u otro país de la OTAN “está absolutamente fuera de discusión”. Dijo que solo sucedería en un caso, “si Polonia ataca Rusia”.
- “Hemos hecho tantos gestos de buena voluntad por decencia que creo se nos han acabado (caso del periodista Evan Gershkovich) «Los servicios especiales están en contacto. Están hablando… Creo que se puede llegar a un acuerdo».
- Gracias al poder de la inteligencia artificial, “ahora es posible crear un superhombre, un ser humano especializado, ya sea un atleta, un científico o un militar genéticamente diseñado”.
Históricamente falso
Putin no desaprovechó la ocasión para mentir descarada o veladamente. “No vimos nada nuevo en la entrevista de Putin. Repitió todas las mentiras, distorsiones y manipulaciones y mostró un fuerte grado de hostilidad hacia Occidente”, señaló en una rueda de prensa la portavoz de la Comisión Europea, Nabila Massrali.
Putin repitió su versión de la historia de Rusia y Ucrania que ha sido ampliamente cuestionada por los historiadores. Según él, el “establecimiento del Estado ruso” ocurrió en el año 862, y contrapone esta tradición ininterrumpida de un Estado ruso con la “invención” moderna de Ucrania, un país que, sostiene, fue “creado” en el siglo XX. Sin embargo, Sergey Radchenko, historiador de la Escuela Johns Hopkins de Estudios Internacionales Avanzados, consultado por la BBC calificó esta afirmación de “completa falsedad”. Según él, tanto Rusia como Ucrania podrían argumentar que su desarrollo como estados comenzó en el siglo IX.
Mitología putinista
Ronald Suny, profesor de la Universidad de Michigan, añade que Putin repite una “mitología establecida” que se consolidó en Moscú para justificar su dominio imperial sobre Ucrania. Aunque Putin alega que la palabra “ucraniano” originalmente significaba que la persona vivía en las afueras del Estado, Anita Prazmowska, profesora emérita de la LSE, desmiente esto, afirmando que sí había ucranianos durante ese período.
Putin también afirmó que las zonas del sur y el este de Ucrania “no tenían conexión histórica alguna con Ucrania”. Sin embargo, Suny señala que, cuando Rusia conquistó esas regiones, sus habitantes no eran rusos ni ucranianos, sino otomanos, tártaros o cosacos. A pesar de esto, Putin insiste en que estos territorios son legítimamente rusos, un argumento que sirve a sus intereses ya que Rusia ha estado intentando arrebatárselos a Ucrania desde hace más de una década.
Finalmente, Putin afirmó que “Ucrania es un Estado artificial que fue moldeado por voluntad de Stalin”. Aunque en cierto sentido tiene razón, ya que los dirigentes soviéticos trazaron las fronteras de las repúblicas de la URSS de forma algo aleatoria, no significa que los ucranianos no existieran. Como señala Radchenko, «cualquier país sería un país falso, en el sentido de que los países se crean como resultado de un proceso histórico”. Si Ucrania es un país falso, Rusia también lo es.
Mentiras
En diferentes medios los cazadores de fake news se dieron a la tarea de verificar lo dicho. A lo largo del programa no hubo una repregunta por parte de Carlson para aclarar (menos desmontar) tales aseveraciones:
- Incorrecto: “Nosotros no empezamos esta guerra en 2022”. A pesar de la narrativa de Moscú de que Rusia no es el agresor en el conflicto actual con Ucrania, la comunidad internacional ha dejado claro que Rusia inició la guerra, que Putin llamó una “operación militar especial”, el 24 de febrero de 2022. Un documento del Departamento de Estado de EE.UU. desmiente esta narrativa, citando al secretario de Estado Antony Blinken: “Si Rusia deja de luchar, la guerra termina. Si Ucrania deja de luchar, Ucrania termina”.
- Incorrecto: «En 2014 hubo un golpe de Estado” por parte de la oposición ucraniana. Los eventos que llevaron a la salida del poder del entonces presidente Viktor Yanukovych no son considerados un golpe de Estado. Las protestas populares que comenzaron en noviembre de 2013 en Ucrania llevaron a la salida de Yanukovych en febrero de 2014. La violencia gubernamental contra los manifestantes culminó con la ocupación de varios edificios oficiales, la votación del Parlamento para remover al presidente y la huida de Yanukovych a Rusia.
- Incorrecto: “El padre de Zelenski luchó con/contra los nazis”. A pesar de las afirmaciones de Putin, el padre de Volodímir Zelenski, Oleksandr Zelenski, nacido en 1947, no pudo haber luchado en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el abuelo de Zelenski, Semyon Ivanovych Zelenski, sí luchó contra los nazis en el Ejército Rojo durante la guerra.
Medias verdades
- Engañoso: (Polonia) «colaboró con Hitler». Hubo contactos diplomáticos entre Polonia y los nazis, por Alemania era un vecino beligerante (el primer tratado que Hitler firmó después de llegar al poder fue un pacto de no agresión con Polonia en 1934). En todo caso quien si colaboró fue la Unión Soviética. En septiembre de 1939, la Alemania nazi y la Unión Soviética invadieron Polonia según los términos del Pacto Molotov-Ribbentrop.
- Engañoso: “No tenemos ningún interés en Polonia, Letonia o ninguna otra parte”. Putin afirmó que Rusia solo enviaría tropas a Polonia si este país ataca a Rusia. En 2008, Putin también afirmó que Crimea no era un “territorio en disputa”. Pese a lo cual la invadió y en 2014 firmó su anexión.
- Engañoso: “El presidente de Ucrania […] firmó un decreto prohibiendo a cualquiera negociar con Rusia”. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, firmó un decreto en octubre de 2022 declarando “imposible” cualquier negociación entre Ucrania y Putin, pero no con Rusia en general. Zelensky afirmó: “Estamos listos para dialogar con Rusia, pero con otro presidente de Rusia”. Esta afirmación ha sido calificada como engañosa por varios verificadores.
Ignorados
Como suele ocurrir lo más relevante no fue lo que se dijo, sino los temas intencionalmente ignorados por el entrevistador, más interesado en respuestas que reforzaran sus teorías. Como que una organización ultrasecreta es la que realmente gobierna EEUU, o que fue la CIA quien derrocó a Víktor Yanukóvich. Dando paso a la teoría del golpe de Estado de Putin.
Pero temas más terrenales como el de los 20 mil niños ucranianos secuestrados por Rusia fueron obviados. También omitió cualquier referencia a las acusaciones de crímenes de guerra que procesa la Corte Penal Internacional en su contra. Nada dijo de la persecución a la disidencia y el encarcelamiento de Navalny. Tampoco de las draconianas medidas contra la comunidad LGBTQ. Le pudo preguntar por Bucha, o por el uso desproporcionado de minorías étnicas en la invasión. Otro tema pudo ser el Wagnerazo de Yevgueni Prigozhin, muerto en un extraño accidente de avión.
Incluso cuando sacó a colación, muy “delicadamente” el caso de Evan Gershkovich, periodista estadounidense encarcelado se refirió a él como un “joven”. Insinuó que podría haber cometido algún acto ilegal que justificara su arresto hace casi un año. Pero olvidó mencionar a Alsu Kurmasheva y al menos otros 20 periodistas fueron detenidos en Rusia hacia finales de 2023. de acuerdo con la información del Comité para la Protección de los Periodistas.
Objetivo de Putin
Para los analistas la elección del entrevistador, como todas las decisiones de Vladímir Putin fue una decisión fríamente calculada. Sabía que iba a ser complaciente y le serviría como plataforma propagandística. Usa la entrevista para llegar a su audiencia interna, de cara a las elecciones que espera ganar. Para lo cual eliminó a cualquier potencial contendor. Con la entrevista de Carlson trasmite una imagen de apertura. De tolerancia a la prensa internacional, que podría trabajar libremente en Rusia. Explica la amplia difusión que se ha hecho de ella por los medios estatales.
También muestra el acercamiento del Kremlin al Partido Republicano de Trump. Putin ha demostrado ser muy consciente de los temores ideológicos de la extrema derecha estadounidense y está dispuesto a complacerlos. Es parte de su estrategia para apelar a los sectores más conservadores en un año electoral. La táctica podría impulsar las posibilidades de reelección de Donald Trump.
Que haya elegido el momento en que se discute la aprobación de nuevos recursos para Ucrania devela su intención de persuadir a los republicanos para que continúen bloqueando la ayuda militar estadounidense. La entrevista se produjo en un momento crucial de la política del gigante americano. Con la carrera presidencial en pleno apogeo. El mandatario ruso aprovechó la oportunidad para inclinar aún más el debate de Washington en la dirección de Rusia.
La entrevista fue una gran victoria propagandística para Putin, que ahora puede tergiversar el encuentro para sus propios fines. Reparar lo que percibe como agravios a Rusia y, al mismo tiempo, consolidar su lugar en la historia de los líderes rusos. Aunque sea es visto por algunos en la derecha estadounidense como un pragmático despiadado y envidiable, no es un hombre en el que se pueda confiar. Mucho menos al que se pueda emular o admirar.
Logros de Carlson
Sea que le guste, o se haya aburrido a mares con la entrevista Tucker Carlson logró sus objetivos. Una oleada de adjetivos calificativos de buena parte de los articulistas y periodistas en los medios más reputados del mundo. Quienes por lo general no le habrían dedicado ni una línea. Salir en todas las cadenas y agencias de noticias por una entrevista en la que hubo que devanarse los sesos para conseguir una noticia. Más de 140 millones de visualizaciones.
Que lo que divulgara fueran falsedades, informaciones que ya se conocen, o medias verdades poco importan. Su objetivo en ningún momento fue buscar la verdad. El suyo no era un trabajo periodístico. Fue propagando pura y dura. Laudatoria en su máximo nivel, incluídas las risas a los comentarios sarcásticos y descalificativos del hombre fuerte de Moscú.
El programa ha recibido las más duras críticas entre los periodistas. Pero no estuvo planteado como una entrevista periodística. No estuvo dirigido a un público informado. Fue un Talk Show malo, pero en tiempos de influencers y todo en videos de 30 segundos, más de 140 millones de vistas vale el esfuerzo. Aunque con lo aburrida que fue muy probablemente muy pocos la vieron hasta el final. En el mundo del espectáculo poco importa la verdad. La entrevista de Tucker Carlson es una muestra clara de lo que es el antiperiodismo y la desinformación.
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