👉José Petrizzo.-
Hace tres meses,
el desastroso resultado del debate del presidente Joe Biden contra el ex
presidente Donald Trump dio un vuelco de tal magnitud políticamente hablando,
que finalmente lo sacó de su lugar como candidato del partido demócrata.
Hace dos noches,
los estadounidenses pudieron ver por primera vez el enfrentamiento sorpresa
entre Donald Trump y la proclamada candidata demócrata, la vicepresidenta
Kamala Harris, en un escenario en Filadelfia, presentado por la Cadena ABC.
Fue
una oportunidad para que cada candidato delineara sus estrategias al pueblo norteamericano,
en esta carrera presidencial sin precedentes, que incluye un intento de
asesinato.
Cabe destacar que
mas allá de las palabras, el lenguaje corporal fue lo que realmente evidencio
quienes son. Los mensajes que solemos comunicar
con nuestro cuerpo (una ceja levantada, labios fruncidos, una sonrisa estereotipada)
hablan con una autenticidad que rara vez se encuentra en un discurso
improvisado.
Los 8 aspectos del lenguaje
corporal que se analizan a continuación, son los que se pudieron notar, a
través de la pantalla de TV, en el escenario del debate de esa noche:
1. 1- Harris fue a
darle la mano
Trump y Biden no se dieron la mano al comienzo de su
debate, y algunos expertos esperaban que estos candidatos volvieran a negarse a
darse la mano esta noche. Sin embargo, K. Harris no dejó ubicarse a D. Trump, sin
saludarlo con un apretón de manos.
Trump pareció reacio y tomó su posición
detrás de su podio. No obstante, Harris caminó por el escenario, extendió su
mano y se presentó. Un apretón de manos es más que un simple saludo: comunica
cortesía, civismo, un nivel básico de respeto tanto a la otra persona como, en
el caso de este debate, al televidente.
Cuando Harris inició el apretón de
manos, encarnó su mensaje de unidad por encima de la división y demostró que no
tenía miedo de enfrentarse a Trump. Lo tomó desprevenido. Mientras caminaba de
regreso a su lado del escenario, tenía una gran sonrisa en su rostro. Consiguió
lo que quería, y lo supo desde el inicio.
2. 2- Harris mostro inicialmente toda su tensión en el cuello
Harris respondió a la primera
pregunta, y se pudo notar tensión en su garganta: tragos fuertes, músculos del
cuello tensos y movimiento continúo en el cartílago tiroideo laríngeo. Desde un
punto de vista no verbal, ese tipo de tensión nerviosa resta valor a la
apariencia de confianza.
Fue sutil, quizás un tanto difícil de detectar por la
teleaudiencia, y tardó más de lo esperado para que esa tensión se disipara. En
comparación, Trump parecía más equilibrado, menos nervioso al principio, aunque
Harris se recuperó a medida que avanzaba el debate, alrededor del minuto 20.
3- Trump no la
miraba a los ojos
Fue difícil encontrar un momento en el que Trump
mirara directamente a Harris. Cuando ella hablaba, él miraba hacia el frente,
como si mirarla fuera su perdición. Un buen liderazgo requiere que enfrentemos
a nuestro oponente de frente. La negativa de Trump a mirar a los ojos durante
más de 90 minutos podría leerse de muchas maneras: como una forma de
indiferencia, de falta de respeto o incluso de miedo de que mirarla de alguna
manera lo pusiera nervioso. En contraste, Harris miró directamente a Trump
cuando habló. Cuando se dirigía a él, le hacía un gesto, incluso cuando él no
la miraba a los ojos. Demostró que no tenía miedo de mirarlo a los ojos, de
acercarse a él, de desafiarlo directamente.
4.
4- La barbilla de Harris mostró su incredulidad
Cuando Trump acusó a Harris de ser "marxista" debido a la carrera
académica de su padre (que ha sido descrito como un profesor universitario "de
erudición marxista"), ella lo miró con la mano posada sobre la barbilla,
una mirada de absoluta incredulidad.
Fue una forma deliberada y llamativa de
decir en silencio: "No puedo creer
lo que estás diciendo". Kamala mostro dicho comportamiento en forma recurrente,
cuando Trump decía algo que ella percibiese como falso o escandaloso.
De todos
los debates que he podido ver en este siglo, no recuerdo ninguno donde se haya
visto ese comportamiento, que además, dice mucho sobre Kamala Harris y su
voluntad de transmitir sus sentimientos directa y abiertamente, sin miedo,
mirando a Trump con un enfoque directo y lineal.
5- La incómoda mueca de Trump: labios fruncidos
Trump a menudo muestra un
comportamiento idiosincrásico que deja muy claro cuando escucha algo que no le gusta:
frunce los labios hacia adelante, como un beso estrambótico. Este
comportamiento se asocia comúnmente con la aversión o el desacuerdo, y se ha
vuelto omnipresente para Trump. Lo hemos visto en infinidad de oportunidades
cuando se enfrenta a sus oponentes o a sus antiguos empleados.
6.
6- Harris se rió abiertamente de él
A veces algo es tan grotesco que no
merece otra respuesta que la risa. Cuando Trump afirmó, sin pruebas, que los
inmigrantes haitianos se estaban comiendo las mascotas de las personas en una
localidad de Ohio, Harris se rió abiertamente de él, en un marcado contraste
con el tono grave que él había adoptado.
Ese uso del contraste emocional socavó
el argumento de Trump, incluyendo además, la demostración fehaciente de los
moderadores que dicha aseveración era una falacia. Sin duda, esa técnica de
reírse abiertamente, la aprendió Harris en su época como fiscal.
7. 7- Trump puso cara
de ‘Guasón’
Cuando Trump escucha algo que
realmente lo irrita, como cuando Harris lo criticó por sus acciones el 6 de
enero, estiró los labios con una sonrisa tensa y exagerada y levantó las cejas
en alto, al estilo El Guasón. Pretendió utilizar ese gesto como despectivo,
lleno de sarcasmo o desprecio.
En una sonrisa verdadera, los ojos se arrugan
naturalmente cuando el músculo cigomático mayor tira de las comisuras de la
boca, eso es la demostración de una sonrisa fácil. Sin embargo, con Trump, la
firmeza de sus labios traicionó la falsedad de la expresión. Es un comportamiento
que también ha mostrado en debates anteriores, y es un aspecto sardónico único
en él.
8. 8-El parpadeo y su significado del desprecio
Está claro que Harris y Trump tienen
muy poco en común. Lo único que parece tener en común, curiosamente, es que
ambos parpadean mucho cuando escuchan algo que les parece absurdo. A menudo
usamos parpadeos repetidos para mostrar desacuerdo o incredulidad.
Es un
comportamiento comunicativo eficaz porque es muy visual: los observadores lo
notan de inmediato y no interrumpe el flujo de comunicación. Ambos candidatos
mostraron ese comportamiento en el debate. Harris lo hizo notablemente cuando
Trump la acusó de copiar los planes políticos de Biden.
9. 9-Se comenzó con un apretón de manos, pero no terminaron
con uno
Harris forzó el apretón de manos al comienzo del
debate, aunque al final no se terminó de esa manera. Tan pronto como finalizo
el debate, Trump abandonó inmediatamente el escenario antes de que Harris
siquiera recogiera sus notas. No hubo ningún intento de darse la mano o
socializar en absoluto.
Demostró que Trump claramente no estaba de humor para
ninguna sutileza con la vicepresidente. Podría haberle dado un apretón de manos
al principio, pero al final, un abandono abrupto era lo mejor que se podría
esperar, después de cómo se desarrollo el debate.